Tango

El llanto tibio de un tango en La Boca…
Un bandoneón me golpea fuerte el alma.
Gardel!
Un millón de historias bajo las luces de corrientes,
El teatro.
Tanta gente.
Ese acento hiriente y dulce al mismo tiempo,
algunas borracheras en los bares irlandeses,
unos sueños, unos cuentos.
Borges, se ahoga mi garganta cada vez que escucho tu nombre,
Extraño Buenos Aires como si hubiera nacido allí.

Viaje de tres años

Heridas guardadas entre páginas,
unos pocos poemas de Borges
aun suspirando la lluvia.

En un mapa inconcluso dentro de mi cabeza
Las verdades disfrazadas de humo
Intentan respirar para no caer

Aparecerán como fantasmas
En las vueltas del espiral
Tu sangre, mis lagrimas: de viaje.

En Bolivia

(Buenos augurios)


Bajo el cielo oscuro que dejaste
las ideas se van turnando
y se van yendo.
Ya no escucho los latidos
bajo los restos de tu sangre.

No presiento aquel milagro
Ni sacrifico mis sensaciones.
Enterradas las piedras del dolor:
en zócalos profundos
dentro de su carne.

Ya no existe un lugar en el infinito,
solo un pedazo guardado de orgullo,
para poder odiarme y aplastarme
hasta que todo vuelva,
a donde todo pertenece.

Edo de memoria

“Guarda mis sueños escondidos en tu mente
para que yo no los pueda olvidar”.



Ecos que se rompen,
recuerdos en la pendiente.
Sus manos heladas
y el humo que me guía
sobre el final de mi coartada.

Tu voluntad hiriente desaparece
No corre mi sangre (muere).
No emprende su vuelo.
El amanecer:
- ya puedo cerrar los ojos...

Antecedentes

(Mis mentiras)


Manchas eternas de una noche de gritos
Adicta a su nariz y sus labios
A sus colmillos afilados
y a como aprendió a mirarme
solo a mí, en la eternidad.

No necesito nuevos desafíos,
observo las copas rotas cortándole las manos
y alrededor de su sangre:
el odio que ya jamás volveré a sentir.

Junto a su sepulcral perfección
como una premonición hiriente
la traición de sus palabras y su pelo negro.
Me enferma la sangre tenerle cerca.
Malditos serán para siempre sus recuerdos!

Trece de Junio

Como una piedra en el fondo,
Es su alma que jamas saldrá de ahí
Ya no pronuncio su nombre
No me causa rencor,
Ni espanto, ni dolor

Como muerte que golpea
Los deseos y la culpa
Su boca de mentiras
La sangre bajo su mirada
Mientras arrasa su mente la verdad

Solo el desenlace
Sin buscar su aire
No golpean sus recuerdos
Ni mi voluntad – El final
El fin del vacío (otoño) Trece de junio

Relato de un sueño recurrente

El miedo es púrpura, como sus labios en mis sueños,
sus manos tiesas y frías,
sus ojos cerrados.
Su vestido tan claro,
tanto como su piel, que fue perfecta una vez
y que ya no es mas que mármol viejo.


El hedor de la muerte se levanta.
Su pelo esta más negro todavía
hace contraste con su garganta,
ahí, en su cuello, donde cada uno de sus huesos es perfecto.
A su costado hay una rosa,
que seguro hubiera secado si la podía tocar.


Su expresión es casi espectral,
su cuerpo esta rígido,
como flotando sobre sedas y encajes.
A sus pies, a donde pertenecía yo,
ahora hay docenas de flores.
Todos alrededor, ella ya no siente nada.
Yo sí...

Después las lagrimas, después el dolor.

“Y ahora que despierto de este sueño que más parece una pesadilla,
sé, que ya jamas volverá a golpear mi puerta.”

Perfíl

Mi foto
Prefiero la noche, la comida chatarra, Whitman, Borges y dormir. Me aburre la gente normal.

Sobre mi blog

Cada instante cuenta una pequeña historia, y cada historia es un boleto a otro universo.
Miles de historias cruzan y se entrelazan todos los dias a nuestro alrededor. Algunas de ellas permaneceran en secreto y otras serán contadas.

Les dejo unos poemas mios y tambien otros, de grandes poetas que... Le dieron un túque a mi cabeza alguna vez...

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