Recurso sin antecedente

Miles de semillas de papel
arrugadas en mis manos
para esperar que responda…

Una vertiente desesperada de sangre
saliendo de los huecos de sus ojos
para lograr una sensación.

Tantas señales inofensivas
desgarrando las palabras que pronuncio
para inducir su lastima.

Millones de horas para entender de donde converge el tiempo,
de donde salen sus ideas,
por que envuelve mis entrañas.

Ya no es una niña buscando una sombra,
ahora es solo la ausencia.

Back in time

Una obsesión del tiempo,
momentos ocultos en cajitas de espejos.
La consecuencia es la historia,
repetida mil veces
contada y reproducida.
Como un error en el sistema,
miles de grupos de recuerdos
rebotando por las paredes
y golpeando contra mi cara.
Como un alo de luz ácida que penetra mis músculos
y los va desintegrando para que no pueda ver.
Una esfera transparente que da vueltas, me marea,
y se frena…
y seguro volverá a empezar.

Foto Robada.

Es una imagen quieta
exacta,
profunda y aberrante,
desgarrándose los ojos
en una tinta negra y aceitosa.
Sus fosas nasales son diminutamente diferentes,
su cabello húmedo, goteando de sudor…
Me da pavor mirar sus manos,
sus uñas oscuras
y sus venas fluorescentes
bajo la transparencia de su piel.

El fin del misterio.

Los segundo nuevamente detenidos
otra vez tan cerca que puedo verme a mi misma,
en cada sombra de su piel,
apretando las piernas mientras repite mi nombre,
respondiendo con el silencio mientras se quiebran mis músculos.

Me duele la sangre mientras recorre mis venas
y me tiemblan los brazos, no distingo la forma,
solo algún reflejo de los azulejos claros.
Es una trampa miserable en la que caigo cada que quiere.
Una tentación inevitable mientras persista su misterio.

Mil golpes

Hoy el viento se esfuerza,
su olor se pega a mi piel, duele, arde.
Quema su aliento rozándome al pasar,
se remiendan sus intrigas,
vuelve sobre sus propios pasos
y sacude la culpa en mi espalda.

Otra vez vuelvo a ver su sangre,
olvidando las imágenes que borro su piel,
intentando ocultar los espasmos;
para huir a golpes a buscar su garganta.
doblándome las piernas,
cortándome el aliento:
me rescata de un infierno, que nunca quise dejar.